Mi mano se ocupa de tu mano,
cuando la llevo
a los rincones que te esperan,
cuando, impaciente,
cumple tu tarea
de presumir de piel.
Ella no entiende
de amores que no llegan,
de bocas que no saben
pedir lo que desean.
Mi mano quiere el roce
que acaba con estrellas,
mi mano quiere huellas
que marquen el destino
en el que caerás...
...irremediablemente.
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