Performance de poesía erótica que conjuga un puesta en escena de poesía y música.

domingo, 14 de febrero de 2010

El erotismo de una loba de las letras


"Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo." Anaïs Nin


Hay quienes confunden erotismo con pornografía. Hay quien prefiere, simple, y pobremente a mi entender, satisfacer sus urgencias “animales” sin atreverse a llegar más lejos. Hay, incluso, quien a ésto lo llama “profilaxis”, como si los sentimientos fueran una especie de enfermedad de la que hubiera que protegerse.
A éstos los llamo los “Coleccionistas de Sexo”. Seres que diseccionan la sexualidad, despojándola de las emociones sin percatarse siquiera que, de ése modo, se pierden la magia que genera el encuentro entre dos cuerpos y dos almas y, con ello, lo único que puede hacerlos llegar al pináculo del placer más absoluto...
Porque es la emoción lo que perdura más allá del contacto físico y es a ella a la que temen... porque es la que seduce y encandila, la que involucra y enreda, la que compromete... otra palabra por la que sienten un pánico íntegro.

Hace casi sesenta años una escritora, libre y audaz, dejó una lección de sensualidad, un alegato al deseo, una descripción magistral de la esencia misma del erotismo, en una carta fechada en diciembre de 1941...

"... Querido coleccionista:
Le odiamos. La sexualidad pierde su fuerza y su magia cuando se hace explícita, automática, exagerada; cuando se convierte en una obsesión mecánica, llega a ser aburrida. Usted nos ha enseñado mejor que nadie lo erróneo que es no combinarla con la emoción, la sed, el deseo, la lujuria, los antojos, los caprichos, los lazos personales, las relaciones más profundas que cambian su color, su sabor, sus ritmos y sus intensidades.
No sabe usted lo que se pierde con su análisis microscópico de la actividad sexual y la exclusión de todo lo demás, sin el combustible que la enciende: lo intelectual, lo imaginativo, lo romántico, lo emotivo. Es todo esto lo que da a la sexualidad sus sorprendentes texturas, sus sutiles transformaciones, sus elementos afrodisiacos. Usted reduce el mundo de sus sensaciones. Lo está marchitando, lo hace pasar sed, lo deja sin sangre [...] No hay dos pieles que tengan la misma textura, nunca hay la misma luz, ni la misma temperatura ni las mismas sombras, ni tampoco el mismo gesto; porque el amante, cuando está encendido por un verdadero amor, puede recorrer la interminable historia de tantos siglos de cuentos de amor. Una enorme gama, enormes cambios de época, variaciones de madurez e inocencia, perversidad y arte, animales graciosos y naturales.
Nos hemos sentado para charlar durante horas preguntándonos qué aspecto debe tener usted. Si usted ha cerrado sus sentidos a la seda, la luz, el color, el olor, el carácter, el temperamento; usted debe estar ahora completamente apergaminado. Hay muchísimos sentidos secundarios que fluyen como afluentes de la corriente principal del sexo, alimentándola. Sólo la unión de los latidos del sexo y del corazón puede crear el éxtasis [...] Hay cosas que el realismo no puede captar, que sólo son captadas por la poesía. Es una cuestión de lenguaje [...] Para ti el acto sexual lo es todo. Pero a veces los sentidos pueden sacar un enorme partido de un simple contacto de manos."

Ella fue Anaïs Nin que nació en Neuilly, una población cercana a París, el 21 de febrero de 1903; de madre franco-danesa y padre cubano; vivió en Barcelona hasta el año de 1914 y murió en Los Ángeles el 14 de enero de 1977. Una escritora francesa a quien se la ha conocido en el mundo literario internacional principalmente por la sincera expresividad y profundidad de sus Diarios y que pasó a la historia por ser una de las primeras mujeres valientes que se atrevieron a escribir relatos eróticos, además de por mantener un affair con Henry Miller y su esposa June durante los años '30. (Hay una película basada en estos hechos, “Henry & June”).
En la década de los cuarenta, Anaïs y Henry Miller sobrevivieron un tiempo escribiendo cuentos eróticos para un hombre anónimo que les pagaba por página, era El Coleccionista de libros. Anaïs Nin lamentaba que el coleccionista no apreciara el talento de la pluma de ambos ya que en repetidas ocasiones les ordenó que se "saltaran la poesía" y se concentraran en el sexo, por que lo demas no le interesaba. Fue entonces cuando Anaïs le escribió esa carta.

Las emociones embellecen la vida y la enriquecen cuando sabemos brindarnos amorosamente a ella llenando de signifado cada pequeño acto, cada cosa que hacemos, decimos y tocamos...
¿Qué otra cosa podría ser, acaso, vivir con pasión?


4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Una enseñanza de la vida misma aparece escrita, la encuentras en el momento que la aprecias, seguramente cuando más la necesitas, cuando la vas a compartir con el Universo.

    ResponderEliminar
  4. @Kormoran13 Como de costumbre, el negocio superó a la intención oética de los escritos y lo ramplón venció a lo poético. Es la desgracia del arte concebido como fuente de ingresos y no de generador de emociones.

    Además, la gente considera al sexo como un desfogue individual, no como una manera de disfrutar en pareja. La autosatisfacción mediante otro cuerpo ha teñido de desgracia nuestra historia, además de los estereotipos pecaminosos de los que generosamente se ha dotado al sexo aparte de su función reproductora.

    Lo absurdo es que esas ideas prevalecen todavía en nuestros días y la gente no propugna por un cambio en ste aspecto tan importante de nuestras vidas. es algo que debemos luchar por revolucionar a nivel individual, y espero que entonces el respeto y el erotismo comiencen a teñir nuestras vidas sexuales.

    PS FELICITACIONES por tan excelentes artículos y por compartir tus interesantes puntos de vista. Ya hacía falta escuchar a una mujer.

    ResponderEliminar

Déjanos un aullido, un cacareo o lo que quieras. ¡Queremos oirte! Muchas gracias...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...