Performance de poesía erótica que conjuga un puesta en escena de poesía y música.

jueves, 14 de enero de 2010

Il Dante y Beatrice


Destino, karma, oráculos… para desvelar las incertidumbres del futuro… y en el medio aparece la felicidad… siempre aparece… y desaparece tan rápido como vino.
¿Qué otra cosa buscamos cuando consultamos un horóscopo, sino la certeza de que, tan ansiada invitada, se hará presente en nuestro destino?



Podría seguir encadenando coincidencias, encontrando hilos invisibles que unen lo inimaginable…

Te invito a que hagamos un viaje en el tiempo… uno más y, seguramente, no el último. Volvamos a Florencia. Y fíjate que ya es curioso que siempre acabemos regresando a la cuna del Renacimiento, como si fuera el punto elegido para que renazca aquello que se nos ha dormido durante años.
Siglo XIV, el Dante “felice” en el Paraíso de su Divina Comedia, en donde encuentra a su amada Beatriz, cuyo nombre (y seguimos sumando) significa, precisamente, “dadora de felicidad”. Nuestro Dante conoció a su Beatriz cuando ésta era una niña y no volvió a verla hasta muchos años después… destrozado ante la ausencia de su amada, el poeta italiano se lanzó a un desenfreno sexual con un buen número de amantes… Una de las más históricas relaciones de amor imposible. Mira por dónde, bien podría tratarse de nosotros en otra vida… ¡Vaya karma el nuestro!... Sin embargo esa sería una buena respuesta para una ciudad que nos llama constantemente y para un ciclo que se nos repite una y otra vez…

Encuentros…Desencuentros… que se suceden como una noria que gira sin parar, como la Rueda de la fortuna, la carta número X del Tarot, que simboliza las sorpresas que nos depara la vida, si somos lo suficientemente sagaces como para verlas y atraparlas como una oportunidad más para ser los artífices de nuestro propio destino…
Y ya que estamos con el Tarot, sigamos viajando, pero no creas que nos alejamos mucho del Dante… sólo un siglo, el XV y 320 kilómetros más al norte, Milán, que también es Italia… (Y ya va teniendo gracia la cosa ¿no?) Pues en ese momento y lugar aparecen las primeras referencias al Tarot cuyo uso original era para transmitir conocimientos filosóficos… Una utilidad mucho más coherente si se quiere…
Pero la Divina Comedia fue una tragedia con final feliz… Por algo se la llamó comedia… la comedia de los dioses, que tanto te gustan… Eso sí, aunque Alighieri haya muerto, por cierto, en algún lugar entre Florencia y Milán… (Rávena, para ser exactos)
Ahora bien, entre la carta del Enamorado y El arcano sin nombre, yo elijo la primera. Así que, si es verdad que, por mi nombre, yo soy la amada y la elegida, ya va siendo hora de que vengas a hacer justicia con el tuyo porque me estoy quedando si fuerzas.




1 comentario:

  1. Paris puede ser la ciudad del Amor, pero Italia .... los nombres de sus ciudades, sus historias enmudecen, se puede juntar el amor y el arte de forma tan bella....

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